Si estás
enfrentando un divorcio o ruptura amorosa puede ser que experimentes una serie
de emociones, tales como rabia, miedo, decepción, falta de esperanza hacia el
futuro, tristeza o duelo (esta emoción a veces no es reconocida, es puede ser
real). En muchos cases esto no es una perdida grande, al contrario puede ser
una situación que te brinda felicidad o alivio. En muchos casos no representa
una pérdida devastadora, pero en la mayoría de los casos el vernos de pronto
sin nuestra pareja nos golpea y ocasiona que a veces nos hagamos las siguientes
preguntas:
• ¿En qué
me equivoqué?
• ¿En qué fallé?
• ¿Podría
haber hecho algo diferente?
• ¿Cómo no
me di cuenta antes?
Al pasar
por un divorcio o ruptura emocional se cierra un capítulo en tu vida pero no se
acaba tu vida. Delante de ti existe un sendero que eventualmente podrás caminar
con fortaleza e ilusión.
Si sientes
en tu alma algún rencor déjalo salir. No es saludable el guardar sentimientos
negativos. Si crees que le estás haciendo daño a tu ex cónyuge o pareja, te
equivocas. A quien le estás haciendo daño es a ti mismo. Por lo tanto perdona y
sigue hacia delante.
En mi
sistema "Los Once Principios de Transformación™" en el tercer
principio "Elabora tu Dimensión Espiritual" me expando en el tema del
perdón (también hablo sobre la gratitud y el amor). Si aprendemos a perdonar,
nos empoderamos. Podemos escoger ser felices y transformar cualquier pérdida
romántica en una ganancia extraordinaria.
P.D. Parte
de este escrito se encuentra en mi libro "Transforma tu Pérdida. Una
antología de fortaleza y esperanza"
Ligia M.
Houben, MA, CGC, CPC
Consejera
Certificada de Duelo - Coach en Transiciones de Vida
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